Sí. Esa sería la pergunta, y de todos conocida la respuesta: infinita. En esta ocasión quiero compartir una historia que me tocó vivir de cerca, aunque afortunadamente no tan cerca. El caso en específico trata de mi cuñado, hermano de mi esposa, y su papá quienes viajaban desde Mexicali, Baja California, hasta La Paz, Baja California Sur, un viaje de un par de días de camino prácticamente sin parar. Llevaban dos automóviles a vender, una camioneta pickup Ford Ranger jalando con un "tow bar" a una camionetita Toyota. Además, llevaban de encargo ropa para vender allá y 12 cartones de 12 cervezas Bud Light porque mi cuñado iba a ser padrino de un bautizo en un pueblo de allá en B.C.S.
Viajaban por una carretera de 1 solo carril (o si quieren 2 carriles, uno de ida y uno de regreso) y a eso de 1 hora antes de llegar a Ensenada, B.C. (alrededor de 2 horas después de haber comenzado su viaje), un tractocamión que venía en el carril contrario les pasó incómodamente cerca por lo que mi cuñado decidió hacer una maniobra para esquivar un posible contacto con el camión, pero al hacerlo y quizá por su falta de pericia, el vehículo que venía jalando "chicoteó" y comenzó a descontrolarse saliéndose de la carretera y llevándose consigo al pickup, situación que provocó que ambos vehículos se volcaran varias veces.
Afortunadamente mi suegro solo tuvo un problema con su presión que rápido le fue controlado en una clínca cercana hacia donde lo llevaron en una patrulla unos policías locales creo que de Tecate, B.C., quienes, según observa mi suegro, se portaron excelentemente con él. Mi cuñado tuvo algunos golpes que le comenzaron a doler más hasta al día siguiente, pero parece estar bien. Él era quien venía manejando. Varias personas se acercaron al accidente y comenzaron a ayudarles.
No fue sino hasta que posteriormente llegaron las patrullas de la Policía Federal Preventiva (antes llamadas "de Caminos") que se vio la diferencia entre las personas de buena voluntad, y las hienas y buitres.
Lo primero que dijeron al llegar fue "¡Uy, pero si venían borrachísimos! ¡Vean nada más toda esa cerveza!". A lo que una señora que estaba ahí ayudando inmediatamente les increpó "¡No señor, nada de borrachísimos! ¡Esas cervezas venían en el vehículo de atrás que venían jalando!". El policía respondió "¡Pero si hasta acá estoy oliendo la cerveza!". "Sí!" le contesto la señora "¡Y acérquese al carro de atrás y verá que la va a oler mejor!".
Mi cuñado se sintió más tranquilo cuando se llevaron a su papá a la clínica, y ya había llamado a mis primos que estaban cerca de Ensenada e iban en camino hacia él. Pero no podía dejar el lugar del accidente porque traía muchas cosas de valor en ambos vehículos. Pero los policías traían otra idea en mente: llevárselo para poder robar a sus anchas sin que los molestaran.
Así que inmediatamente comenzaron a acosarlo con que iba borracho. Ya que vieron que debido a que realmente no había tomado ni una sola gota y no podrían culparlo de eso, optaron por afirmar que venía en exceso de velocidad y que tenían que llevarlo a la cárcel. Mi cuñado junto con algunos presentes alegaron a los policías que, como peritos que afirmaban ser, vieran las huellas del frenón y notaran que no concordaban con una alta velocidad. Como tampoco había daño alguno a la carretera ni a ningún señalamiento de tránsito, los policías no pudieron usar ese argumento.
Por fin optaron por acusarlo con que hubo heridos y que tenía que acompañarlos en calidad de detenido hasta que le dieran el perdón. "¡Pero si el herido es mi papá y no está herido, solo se le subió la presión! ¡No hubo ningún otro vehículo involucrado excepto los míos!". "¡Eso lo vas a explicar allá!" Le contestaban los policías. "Pero no puedo irme y dejar mis cosas aquí" les decía él, por lo que finalmente estos buitres le dijeron que o que les daba dinero o se lo llevaban.
Mi cuñado llevaba $5,200 pesos (alrededor de $500 dólares) y, como eran unos policías muy considerados, dejaron que se quedara con los $200 pesos (menos de $20 dólares) y lo dejaron tranquilo yéndose con su botín de $5,000 pesos.
Mi pregunta es: ¿Qué tan insensible puede ser una persona con su prójimo para encontrarse a un semejante en uno de las peores situaciones de su vida, y todavía querer aplastarlo y robarle lo único que le queda? Si tienes estas cualidades, puedes aplicar tu solicitud para alguna corporación policiaca mexicana.
Viajaban por una carretera de 1 solo carril (o si quieren 2 carriles, uno de ida y uno de regreso) y a eso de 1 hora antes de llegar a Ensenada, B.C. (alrededor de 2 horas después de haber comenzado su viaje), un tractocamión que venía en el carril contrario les pasó incómodamente cerca por lo que mi cuñado decidió hacer una maniobra para esquivar un posible contacto con el camión, pero al hacerlo y quizá por su falta de pericia, el vehículo que venía jalando "chicoteó" y comenzó a descontrolarse saliéndose de la carretera y llevándose consigo al pickup, situación que provocó que ambos vehículos se volcaran varias veces.
Afortunadamente mi suegro solo tuvo un problema con su presión que rápido le fue controlado en una clínca cercana hacia donde lo llevaron en una patrulla unos policías locales creo que de Tecate, B.C., quienes, según observa mi suegro, se portaron excelentemente con él. Mi cuñado tuvo algunos golpes que le comenzaron a doler más hasta al día siguiente, pero parece estar bien. Él era quien venía manejando. Varias personas se acercaron al accidente y comenzaron a ayudarles.

Lo primero que dijeron al llegar fue "¡Uy, pero si venían borrachísimos! ¡Vean nada más toda esa cerveza!". A lo que una señora que estaba ahí ayudando inmediatamente les increpó "¡No señor, nada de borrachísimos! ¡Esas cervezas venían en el vehículo de atrás que venían jalando!". El policía respondió "¡Pero si hasta acá estoy oliendo la cerveza!". "Sí!" le contesto la señora "¡Y acérquese al carro de atrás y verá que la va a oler mejor!".
Mi cuñado se sintió más tranquilo cuando se llevaron a su papá a la clínica, y ya había llamado a mis primos que estaban cerca de Ensenada e iban en camino hacia él. Pero no podía dejar el lugar del accidente porque traía muchas cosas de valor en ambos vehículos. Pero los policías traían otra idea en mente: llevárselo para poder robar a sus anchas sin que los molestaran.
Así que inmediatamente comenzaron a acosarlo con que iba borracho. Ya que vieron que debido a que realmente no había tomado ni una sola gota y no podrían culparlo de eso, optaron por afirmar que venía en exceso de velocidad y que tenían que llevarlo a la cárcel. Mi cuñado junto con algunos presentes alegaron a los policías que, como peritos que afirmaban ser, vieran las huellas del frenón y notaran que no concordaban con una alta velocidad. Como tampoco había daño alguno a la carretera ni a ningún señalamiento de tránsito, los policías no pudieron usar ese argumento.
Por fin optaron por acusarlo con que hubo heridos y que tenía que acompañarlos en calidad de detenido hasta que le dieran el perdón. "¡Pero si el herido es mi papá y no está herido, solo se le subió la presión! ¡No hubo ningún otro vehículo involucrado excepto los míos!". "¡Eso lo vas a explicar allá!" Le contestaban los policías. "Pero no puedo irme y dejar mis cosas aquí" les decía él, por lo que finalmente estos buitres le dijeron que o que les daba dinero o se lo llevaban.
Mi cuñado llevaba $5,200 pesos (alrededor de $500 dólares) y, como eran unos policías muy considerados, dejaron que se quedara con los $200 pesos (menos de $20 dólares) y lo dejaron tranquilo yéndose con su botín de $5,000 pesos.
Mi pregunta es: ¿Qué tan insensible puede ser una persona con su prójimo para encontrarse a un semejante en uno de las peores situaciones de su vida, y todavía querer aplastarlo y robarle lo único que le queda? Si tienes estas cualidades, puedes aplicar tu solicitud para alguna corporación policiaca mexicana.
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